Zúrich es una de las ciudades más difíciles de fotografiar porque ya ha sido vista de tantas maneras y formas que es casi imposible no caer en el cliché de la mirada estereotipada de una ciudad dinámica y multicultural en la que todavía las sombras medievales se esconden en los recovecos de callejones y mansiones. Así que partiendo de esta realidad decidí viajar por ella a través de la noche y buscarla en los reflejos de luz que el lago de Zúrich devuelve cada noche con el rumor de sus aguas y la algarabía de sus gentes.