Mario Benedetti. El inventor de sueños de palabras

Conocí a Mario Benedetti un año antes de que se le concediera el Premio Nobel de la Paz a Rigoberta Menchú. Benedetti formaba parte del comité que la postuló a tan alto reconocimiento y esa noche en Zúrich conversamos brevemente sobre Guatemala.  Desde la primera mirada lo sentí cercano. Una persona abierta, de trato sincero y pleno de experiencias.
A primera vista daba la engañosa impresión de ser un dulce abuelito que divagaba entre sus recuerdos; sensación que se desvanecía conforme sus palabras se iban transformado en un torrente de ideas imposible de detener. 
No cabe duda de que su descomunal fuerza y riqueza interior fue el soporte que le permitió llevar a cabo tan variada y generosa obra. Poesía, ensayo, cuento, teatro, novela e innumerables artículos periodísticos.
Latinoamericano de cuerpo entero, supo aprovechar las desventajas del exilio para desde la distancia trazar nuevas perspectivas y crear nuevos vocablos como desexilio. Experto en darle vuelta a las cosas y sacarle alegría a la tristeza, no se dejó intimidar por las adversidades que nunca le faltaron y respondió con ingenio y valentía a todas las envestidas de los enemigos de un continente para todos.
Confiaba en un futuro en el que la creación cultural que se genera dentro de los países latinoamericanos se complementaría con la cultura latinoamericana creada en el exterior, produciendo expresiones complementarias que formarían la verdadera imagen de estos pueblos. 
Creativo, sensitivo y vivaz, Mario Benedetti nos deja una herencia rica en impresiones, emociones y razones para seguir creyendo en una América Latina más justa, capaz de superar sus complejos y linajes, un continente que algún día sea el faro que ilumine el camino.
© Manuel Girón, 23.05. 2009

Obama, por favor, un poco de magia

Hoy, por fin, se acaba el maleficio. Se va el peor presidente que los Estados Unidos de América haya tenido en su historia. Un político incompetente que durante sus ocho años de mandato se dedicó a crearle enemigos a su país y fracasó en la mayoría de sus aventuras. Afganistán e Irak quedan como el mejor testimonio de su locura. Guantánamo, el infierno donde se rompieron todas las leyes y la democracia quedó desnuda, quedará, para siempre como una pesadilla en la historia de ese gran país. Una sonora bofetada imposible de olvidar.

George W. Bush se va peor de como llegó y los destrozos que deja tras de sí difícilmente se podrán reparar. Destruir a su propio pueblo, parece, era su misión divina. Traumatizado por el atentado del 11 de septiembre creyó que el poder de la fuerza bruta (como en los mejores tiempos del viejo Oeste) bastaría para ordenar el mundo a su particular desorden.
Pero, como casi siempre sucede, se equivocó y el tiro le salió por la culata.

Después de tanta miseria y mediocridad lo único que queda esperar es un poco de magia. La magia de la ilusión para seguir adelante con una economía quebrada y un capitalismo en decadencia.

Barack Obama es la única alternativa que queda en este momento en que la cruda y dura realidad ya no basta para seguir adelante. Necesitamos una nueva forma de ver las cosas. Otras perspectivas. Mucho entusiasmo. Y la vitalidad de la utopía. 

Construir una nueva imagen del mundo que Bush y su equipo de maleantes nos robó. Volver a sentirnos humanos y libres de luchar por un futuro mejor y un planeta sano.
El milagro Obama, que hoy 20 de enero toma posesión como nuevo presidente de los Estados Unidos, llega con nuestros sueños  y esperanzas en su maleta.

Nada será fácil y creer lo contrario será un grave error. Hoy estamos, única y exclusivamente, a las puertas de un nuevo reto que hay que afrontar con total ilusión. 
Cada día será como una nueva primavera, cada logro como un paso más, hasta volver  a sentirnos completos y alejarnos de ese mundo de los despropósitos que Bush creó a su imagen y semejanza.

Hoy es el día en que deben empezar los milagros, porque necesitamos, urgentemente, un poco de magia.

www.manuelgiron.ch © 20.1. 2009


Ein bisschen Magie bitte sehr!

Heute hört das Unheil endlich auf. Der schlechteste Präsident, den die Vereinigten Staaten in ihrer Geschichte je hatten, geht. Ein inkompetenter Politiker, der sich während seinen acht Amtsjahren der Aufgabe widmete, seinem Land Feinde zu machen und der bei der Mehrheit seiner Abenteuer gescheitert ist. Afghanistan und Irak verbleiben als das beste Zeugnis seines Wahnsinns. Guantánamo, die Hölle, in der alle Gesetze gebrochen wurden und die Demokratie ihr wahres Gesicht entblösste, wird auf ewig als ein Alptraum in der Geschichte dieses grossen Landes verbleiben. Eine schallende Ohrfeige, die man unmöglich vergessen kann.

George W. Bush verlässt seinen Posten schlechter, als er ihn angetroffen hat und es wird schwierig sein, die Trümmerlandschaft, die er hinterlässt, wieder aufzubauen. Die Zerstörung seinen eigenen Volkes war, wie es scheint, seine göttliche Mission. Traumatisiert durch die Anschläge vom 11. September glaubte er, dass die Macht der rohen Gewalt (wie in den besten Zeiten des Wilden Westens) genügen würde, um der Welt seine ungeordnete Ordnung zu aufzuzwingen. 
Aber er hat sich, wie das meist der Fall ist, geirrt und der Schuss ist nach hinten losgegangen. 

Nach so viel Misere und Mittelmässigkeit ist das einzige, worauf man hoffen kann, ein bisschen Magie. 
Die Magie der Illusion, um mit einer gebrochenen Wirtschaft und einem dekadenten Kapitalismus weiterzumachen. 

In diesem Moment, in dem die rohe und harte Realität nicht mehr genügt, um fortzufahren, ist Barack Obama die einzige Alternative, die verbleibt. Wir brauchen eine neue Art und Weise, die Dinge zu sehen. Andere Perspektiven. Viel Enthusiasmus. Und die Vitalität der Utopie.

Wir müssen ein neues Bild der Welt aufbauen, welche Bush und seine Bande von Bösewichten uns geraubt hat. Wir müssen uns wieder menschlich und frei, für eine bessere Zukunft und einen gesunden Planeten zu kämpfen, fühlen. 
Das Wunder Obama tritt heute, am 20. Januar sein Amt als neuer Präsident der Vereinigten Staaten mit unseren Träumen und Hoffnungen im Gepäck an.

Nichts wird einfach sein und es wäre ein schwerer Fehler, das Gegenteil zu glauben. Heute stehen wir einzig und allein vor einer neuen Herausforderung, welche es mit Vorfreude und Enthusiasmus anzugehen gilt. 
Jeder Tag wird wie ein neuer Frühling sein, jeder Erfolg wie ein weiterer Schritt, bis wir uns wieder vollständig fühlen und uns von dieser Welt des Unsinns entfernen, die Bush nach seinem Ebenbild geschaffen hat. 

Heute ist der Tag, an dem die Wunder beginnen sollen, denn wir brauchen dringend ein bisschen Magie. 

www.manuelgiron.ch © 20.1. 2009



Un revolucionario
Guillermo Cabrera Infante vivió y murió como tal

Su primer acto consistió en darle un tremendo revolcón al mundo literario con su célebre novela “Tres tristes tigres“. Fue un viaje en busca de la oralidad de la literatura que hasta ese momento había permanecido callada. Como en el cine mudo donde las imágenes deambulaban en silencio. “Yo presto más atención a cómo suena cuando se lee que a cómo se ve cuando se escribe“, había contado en una entrevista.

Marcado por las tempranas visitas al cine de la mano de su madre, se dejó seducir por las imágenes y los sonidos que desfilaban en la pantalla, y quizás de esas primeras impresiones surgió su espíritu innovador en el campo de la literatura.

Mezcló los diferentes dialectos del español que se hablan en Cuba con el propósito de atrapar la voz humana al vuelo, y en clara rebeldía contra las anquilosadas y oxidadas estructuras de la gramática actual que no responde a la realidad de un continente.

Unió las distintas formas del cubano en un solo lenguaje literario con acento habanero en el que colocó la jerga nocturna como la estrella de la noche.

Con su aparente "desorden" en la construcción de las frases y la traslocación alocada de las palabras descubrió nuevos espacios para el sentido, y nuevos significados para el lector.

Decepcionado por el rumbo que tomó la Revolución se alejó físicamente de la isla, pero en su interior su corazón latía a ritmo de bolero. Dormía arrullado por el murmullo de las olas y soñaba con las calles de la Habana.

Como todo creador sabía que la vida del escritor es solitaria y que la gente con ideas propias no es bien vista en ningún lugar. Que la vida tiene un punto final en que la escritura deja de tener sentido.

Guillermo Cabrera Infante se va sin irse porque sus textos orales y su ingeniosa capacidad para fabular con el lenguaje y la imaginación nos lo recordarán como lo que fue: un revolucionario.

Por: Manuel Girón  | Escritor y artista guatemalteco radicado en Suiza.
© Prensa libre, Guatemala. Lunes, 28 de febrero de 2005


Hasta siempre.

“No es cierto que Mario Monteforte Toledo, uno de los grandes y queridos escritores guatemaltecos haya fallecido, porque sus numerosos libros llenos de pensamientos y verdades nos dicen lo contrario. Está más vivo que antes y su presencia permanecerá siempre entre nosotros los que amamos las letras.

“Yo lo conocí cuando era adolescente, precisamente en “Donde acaban los caminos“ libro iniciático que me sacó de mi ego urbano y me trasladó a esa parte del mundo que es el rostro ignorado y olvidado de nuestro país. Me enseñó su abecedario página tras página y poco a poco aprendí a leer entre líneas sus mensajes cifrados.

“Durante años me alimenté de sus obras de teatro, de sus cuentos, y de sus novelas. Y ahora cuando me dicen que nos ha dejado, al igual que a veces nos deja la esperanza, pienso que no es cierto mientras hojeo uno de sus libros y escucho que me dice: “En ese lugar adonde usted va hay que barrer debajo de la cama para sacar las nubes“, y yo meto la escoba debajo de la cama y efectivamente saco un manojo de nubes que me confirman que el Maestro sigue tan vivo como siempre”.

Manuel Girón
© Prensa libre, Guatemala, 7 de septiembre de 2003


Jueves negro
"Las imágenes de gente enfurecida, vestida con pasamontañas y armada con palos y machetes forman el rostro de la Guatemala actual en el exterior.

“Imágenes de violencia contra las cuales no hay defensa alguna.“¿Podrá este tipo de actos vandálicos unificar a los grupos políticos, sociales y económicos del país y juntos (y no partidos por la mitad) encarar el futuro de Guatemala con un proyecto integrador de realidades?

“¿O todo continuará como un disco rayado que tiene como único fin el repetirse?

“Guatemala se merece un mejor futuro; un futuro donde escenas de intimidación y amenazas como las sucedidas el 24 de julio no puedan repetirse, porque en vez de construir destruyen.

“Un futuro que todos tenemos la obligación de construir para que sea de todos, y para que en ese futuro las imágenes de violencia que ahora recorren el planeta, como escenas surrealistas de otro tiempo, dejen de ser la cruz que cada guatemalteco, en el interior y el exterior del país, tiene que cargar durante toda su existencia. “Guatemala se merece un mejor futuro”.

Manuel Girón
© Prensa libre, Guatemala, 27 de julio de 2003


El Che, más vivo que nunca
Hace cuarenta años un oficial boliviano ejecutó a Ernesto Guevara, el revolucionario más buscado en el mundo Occidental. Lo hizo creyendo que pasaría a la Historia por disparar a quemarropa al mítico Che, pero se equivocó porque a partir de ese momento su nombre quedó maldito y empezó a perder la vista.

Para la CIA fue una dura e inesperada derrota esta ejecución. Ellos lo querían vivo para humillarlo y mostrarle al mundo cómo se castiga a los rebeldes; a los que levantan la voz y no se arrodillan ante ellos. Pero como en América Latina nunca se sabe lo que va a pasar al día siguiente, el tiro les salió por la culata y el show ya no pudo continuar.

El Che se les escapó como siempre, entre las voces de la selva y el viento de la sierra. 

Ahora, las voces de los que no aceptan los cambios ni las ideas argumentan, con la intención de restarle méritos a Ernesto Guevara, que su figura se ha hecho muy comercial, como si entre la forma y el fondo no existiera ninguna diferencia. Pero cuando se aplica el mismo ejemplo a la figura de Jesucristo, que se vende mucho más que la de el Che, entonces guardan silencio.

Sin utopías el ser humano es un simple producto de usar y tirar con un futuro de pesadilla. Todo privatizado y con un ciudadano rehén de la especulación y la avaricia de los dueños del capital que destruyen todo lo que se ponga por delante.

El mayor fracaso de las economías de mercado se produce precisamente en las sociedades con mejor economía, porque no son capaces de brindar al ciudadano salud y educación gratuita  con sus grandes ganancias. Mientras que Cuba, que posee según los analistas una de las peores economías del mundo, sí es capaz de ofrecer a sus ciudadanos –con las limitaciones del bloqueo impuesto por Estados Unidos– salud y educación gratuita. 

El Che, en este momento, está más vivo que nunca porque las semillas de justicia y libertad que dejó regadas por el continente crecen mirando un nuevo amanecer en Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Chile y Nicaragua.

Y esa realidad la puede ver ahora hasta el sargento boliviano que intentó destruir una idea, gracias a las manos de un médico cubano que le ha devuelto la vista sin que tuviera que pagar un centavo.

Una nueva derrota para el capitalismo que nada regala y todo lo cobra; un nuevo triunfo de las ideas humanistas de Ernesto Guevara.

El Che, damas y caballeros, está más vivo que nunca, y si alguien no lo ve así, pues una operación gratuita con un médico cubano sería la mejor solución.

Manuel Girón, © 9.10.2007

martes 9 de octubre de 2007 | Ecos de Latinoamérica


Che, lebendiger denn je

Vor 40 Jahren erschoss ein bolivianischer Offizier Ernesto Guevara, den meistgesuchten Revolutionär in der westlichen Hemisphäre. Er tat dies im Glauben, in die Geschichte einzugehen, indem er den mythischen Che erschoss, doch er täuschte sich, denn ab diesem Augenblick war sein Name verflucht und er begann sein Augenlicht zu verlieren.

Für die CIA war diese Exekution eine harte und unerwartete Niederlage. Sie wollten ihn lebend, um ihn zu demütigen und um der Welt zu zeigen, wie man Rebellen bestraft; diejenigen, welche die Stimme erheben und nicht vor ihnen in die Knie gehen. Aber da man in Lateinamerika nie weiss, was am nächsten Tag geschehen wird, ging der Schuss nach hinten los und die Show konnte nicht weitergehen.

Che entkam ihnen wie immer, zwischen den Stimmen des Urwalds und dem Wind der Berge.

Jetzt argumentieren die Stimmen jener, die weder Veränderungen noch Ideen akzeptieren, damit, dass die Figur Che Guevaras zu kommerzialisiert sei, mit der Absicht, seine Verdienste zu schmälern, als ob es keinen Unterschied zwischen der Form und dem Inhalt gäbe. Aber wenn dasselbe Beispiel auf die Figur Jesu Christus angewandt wird, welche wesentlich mehr verkauft wird als die des Che, verfallen sie in Schweigen.

Ohne Utopien ist der Mensch ein einfaches Produkt zum Brauchen und Wegwerfen, mit einer alptraumhaften Zukunft, in welcher alles privatisiert ist und die Bürger Geiseln der Spekulation und des Geizes der Herren des Kapitals sind, welche alles zerstören, was sich ihnen in den Weg stellt. 

Den grössten Misserfolg der Marktwirtschaften findet man ausgerechnet bei den Gesellschaften mit der besten Wirtschaft, denn diese sind trotz ihrer grossen Gewinne nicht in der Lage, ihren Bürgern kostenlos Bildung und Gesundheit zu bieten. Währenddessen aber ist Kuba, welches laut Analysten eine der weltweit schlechtesten Volkswirtschaften besitzt, sehr wohl in der Lage, ebendies – durch die Blockade der USA eingeschränkt - zu tun.  

Che ist in diesem Augenblick lebendiger denn je, denn die Samenkörner der Gerechtigkeit und der Freiheit, welche er auf dem Kontinent zurückliess, keimen und sehen einem neuen Morgengrauen in Venezuela, Kuba, Bolivien, Ecuador, Brasilien, Uruguay, Chile und Nicaragua entgegen.

Und diese Realität kann heute sogar der bolivianische Feldwebel sehen, der versuchte eine Idee zu zerstören – dank den Händen eines kubanischen Arztes, welcher ihm sein Augenlicht wiedergab ohne dass er einen Cent hätte zahlen müssen.

Eine weitere Niederlage für den Kapitalismus, der nichts schenkt und alles berechnet; ein weiterer Triumph der humanistischen Ideen Ernesto Guevaras.

Che, meine Damen und Herren, ist lebendiger denn je, und wenn jemand dies anders sieht, so wäre wohl eine kostenlose Operation bei einem kubanischen Arzt die beste Lösung.

Manuel Girón, © 9.10.2007
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manuel giron © 2010 ProLitteris, Zürich, Switzerland